Archive for febrero, 2018

País Vasco, La Rioja y Navarra son las autonomías con mayor nivel de bienestar

El bienestar de la sociedad depende no solo de los factores económicos, relacionados con la renta per cápita, sino también de otros aspectos como la salud, la educación, la seguridad o las relaciones sociales. Actualmente, España se sitúa por debajo de la media de la OCDE en renta, empleo, vivienda, educación y satisfacción con la vida, mientras que supera el promedio en las variables relacionadas con la salud, las conexiones sociales, el medio ambiente y la seguridad.

La crisis económica ha tenido un impacto negativo sobre gran parte de las variables relacionadas con el bienestar material. En concreto, la renta de los hogares entre 2009 y 2015 cayó en España un 8,7%, el mayor retroceso de todos los países de la OCDE, mientras que la tasa de paro multiplicaba en 2016 por 2,3 el valor de la de 2006. Además, la pobreza, medida por el porcentaje de personas que viven en hogares cuyo gasto es inferior al 60% de la mediana de gasto nacional, creció un 6,07% entre los años 2006 y 2014. Frente a estas variables del bienestar, la evolución de las variables relacionadas con la educación se han comportado mejor y España ofrece mejores resultados que la media de la OCDE en los indicadores de bienestar que miden la seguridad, el medio ambiente, la salud y las conexiones sociales.

Las comunidades autónomas que, en conjunto, presentan mejores niveles de bienestar tras la salida de la crisis y el inicio de la recuperación son País Vasco, La Rioja, Navarra y Madrid. Andalucía y Canarias son las que muestran peores resultados, aunque Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia también se sitúan por debajo de la media nacional.

Estas son algunas de las conclusiones de la monografía Las facetas del bienestar: una aproximación multidimensional a la calidad de vida en España y sus comunidades autónomas 2006-2015, elaborada por la Fundación BBVA y el Ivie como parte de su programa de investigaciones económicas. El trabajo -realizado por los investigadores Carmen Herrero y Antonio Villar, en colaboración con Ángel Soler, técnico de investigación del Ivie- analiza la evolución del bienestar entre 2006 y 2015 y ofrece una perspectiva multidimensional a nivel nacional y regional.

El estudio ofrece también datos sobre el grado de satisfacción con la vida que declaran los ciudadanos, que en en algunos casos muestran una cierta disparidad con respecto a los niveles de bienestar objetivo. Es el caso de los habitantes de Islas Baleares, Cataluña y Comunidad Valenciana que, pese a presentar niveles medio y medio-bajos de bienestar objetivos, son los que tiene una percepción más positiva de su vida (junto con los de Navarra y el País Vasco, con altos niveles de bienestar objetivo). Lo contrario ocurre en el caso de Galicia, que aparece por encima de la media en bienestar objetivo y, sin embargo, es la comunidad más insatisfecha

La inversión en activos intangibles en España ha crecido un 22,5% desde 2004, pero solo representa todavía el 6,3% del PIB

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) están transformando los procesos de producción a través de la robotización y la automatización y han propiciado la creación de nuevos sectores en un contexto marcado por la globalización. Estos cambios, que permiten avanzar hacia la economía del conocimiento, implican la necesidad de aumentar las inversiones en los denominados activos intangibles, aquellos relacionados con el software, la I+D, la estructura organizativa de las empresas, la formación del capital humano, el diseño, la publicidad o los estudios de mercado.

España camina hacia esa economía del conocimiento, aunque a menor ritmo que otros países desarrollados. A pesar de que la inversión nacional en activos intangibles ha crecido un 22,5% desde 2004, todavía representa únicamente el 6,3% del PIB, lo que coloca a España a la cola de Europa, junto con Italia, y muy lejos de países como Suecia, Francia o Reino Unido, donde se supera el 12% del PIB. La importancia de la inversión en activos intangibles, relacionada directamente con el aumento de la productividad y la calidad de vida, se observa en EE.UU., el país líder en este sentido, que ya invierte más en activos intangibles que en tangibles.

La Comunitat Valenciana partía de posiciones muy bajas en inversión en intangibles, pero desde 2004 ha registrado un crecimiento del 30%, 7,5 puntos más que en el conjunto del país. La inversión en intangibles en la autonomía representa el 6,2% del PIB, lo que supone prácticamente igualar la media nacional. La crisis ha impulsado los intangibles, aunque las empresas valencianas todavía destacan por la inversión en activos tangibles (inmuebles, maquinaria, etc.), donde se encuentran 6,5 puntos porcentuales (pp) por encima de la media nacional.

Estos datos proceden del informe La economía intangible en España. Evolución y distribución por territorios y sectores (1995-2014), un estudio del Ivie, financiado por la Fundación Cotec en el marco de su Programa de Innovación Abierta, y dirigido por Matilde Mas y Javier Quesada, ambos catedráticos de Análisis Económico e investigadores del Ivie.

Por tipos de activos intangibles, la Comunitat Valenciana invierte más que el promedio nacional en estudios de mercado y publicidad, 13,6 y 11,6 pp más, respectivamente. Sin embargo, se sitúa 20 pp por debajo en inversión en otros activos como formación de los trabajadores por parte de la empresa y en diseño. En concreto, la inversión en activos intangibles de la Comunitat Valenciana alcanzó los 6.221,1 millones de euros en 2014 (último año disponible). El software y la I+D concentran el 40% del total, seguidos de publicidad y estructura organizativa, que representan el 16,5% y el 15,4%, respectivamente. Los activos a los que menos inversión se destina son los estudios de mercado (3,4%) y la prospección minera y originales de obras recreativas, literarias o artísticas (5%).

Vídeo: El abandono escolar, clave para el futuro de los jóvenes

El catedrático e investigador del Ivie Lorenzo Serrano analiza en un vídeo la evolución de la tasa de abandono escolar temprano en España y la compara con la media de la Unión Europea. Además, muestra las enormes diferencias regionales que se registran en este aspecto.

La tasa de abandono escolar temprano en España desciende pero se matiene un 80% superior a la media europea

La recuperación económica está afectando con distinta intensidad a la situación laboral y educativa de los jóvenes españoles, en función de la comunidad autónoma en la que residen. Siete autonomías han conseguido reducir la tasa de abandono educativo temprano por debajo del 15% que marca la Unión Europea como objetivo para España en 2020 y el País Vasco y Cantabria han logrado incluso recortarla por debajo del objetivo del 10% fijado para el resto de la UE. Sin embargo, la media nacional aún se sitúa en el 18,3%, muy por encima de la media europea. Además, en España el porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan también es superior al promedio europeo y la tasa de paro entre los menores de 25 años duplica la de la UE. Todos estos datos proceden del último documento Esenciales de la Fundación BBVA y el Ivie.

La situación laboral y educativa de los jóvenes es objeto de especial atención por parte de gobiernos e instituciones, ya que afecta a cuestiones tan importantes como la desigualdad, el modelo educativo, la sostenibilidad de las pensiones, la productividad, etc. Según su situación laboral y nivel de estudios, los jóvenes se pueden clasificar en cuatro grupos: los que solo estudian, los que solo trabajan, los que compaginan estudios y trabajo, y los que ni estudian ni trabajan. Este último grupo, junto con la tasa de abandono escolar temprano (porcentaje de jóvenes entre 18 y 24 años que no han completado estudios posobligatorios y no están realizando ningún tipo de formación), preocupa especialmente a la Comisión Europea, tal y como refleja la Estrategia Europa 2020, que establece unos objetivos para reducir el abandono escolar temprano a tasas por debajo del 10% en la UE y del 15% en España.

España ha experimentado en los últimos años una evolución favorable en estas dimensiones, coincidiendo con la salida de la recesión. Así, frente a valores máximos durante la crisis —55,5% de tasa de paro juvenil en 2013, 31,7% de tasa de abandono escolar temprano en 2008 y 24% de jóvenes que ni estudiaban ni trabajaban en 2013— en 2017 estos porcentajes han caído al 38,6%, 18,3% y 17,1%, respectivamente.

Al realizar una comparativa entre España y la UE de la evolución de los indicadores laborales de los jóvenes, se observa que, pese a la reducción del abandono escolar temprano en España, especialmente desde 2013, la tasa sigue siendo un 80% superior en 2016 (último año comparable, 19% vs 10,7%). El desempleo entre los menores de 25 años también ha registrado una acentuada reducción desde 2013, pero todavía se encuentra en tasas que duplican la media europea (38,6%, frente a 17,1%).

Por su parte, dentro del colectivo de jóvenes entre 18 y 24 años, aquellos que ni estudian ni trabajan representaban en España un 19,1% en 2016, casi 4 puntos por encima de la media europea, aunque en 2017 ha caído al 17,1%. En este grupo se incluyen tanto los que buscan empleo de forma activa (parados), como los que no lo hacen (inactivos). En la UE, el porcentaje de parados es muy similar al de inactivos, mientras que en España los inactivos se han mantenido estables y los parados han seguido un patrón similar al de la tasa de paro, aumentando con la crisis hasta 2013 (17,8%) para posteriormente disminuir hasta el 11,2% de 2017.

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