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El futuro de la energía eólica podría estar en manos de una empresa española

Miércoles 27, mayo 2015

La start up madrileña Vortex Bladeless @VortexBladeless ha decidido apostar por generadores sin palas, en lugar de los tradicionales molinos, que podrán instalarse incluso en los núcleos urbanos.

La apuesta constante por las energías renovables ha conseguido que los paisajes coronados por los tradicionales aerogeneradores de tres palas se conviertan en una estampa familiar en casi todos los rincones de nuestro país. Pero, quizás, pronto estos horizontes repletos de molinos se conviertan en cosa del pasado gracias a una empresa española que apuesta por unosgeneradores sin aspas que se asemejan a enormes estacas metálicas.

PrototIpo de los aerogeneradores de Vortex Bladeless.

Pero, ¿cómo producen energía entonces? La clave está en que en lugar de valerse de la rotación de una turbina, la ‘materia prima’ es la oscilación que imprime el viento sobre el dispositivo.

Esta innovadora idea surgió cuando David J. Yáñez terminó sus estudios de ingeniería industrial y decidió aprovecharse del fenómeno Vortex Shedding, muy conocido tanto por ingenieros como por arquitectos porque hace oscilar las estructuras de puentes o edificios y puede provocar su colapso, por lo que es fundamental evitarlo a la hora de diseñar estas construcciones.

Tiempo después puso en marcha junto con sus socios David Suriol y Raúl Martín Yunta la compañía Vortex Bladeless, sita en Pozuelo de Alarcón, que busca transformar para siempre la manera en la que el viento nos proporciona suministro eléctrico.

Asequibles y respetuosos con el medio ambiente

Mejor preparada que Don Quijote, Vortex Bladeness cuenta con varios ases bajo la manga que le ayudarán a competir contra un sector dominado por las aspas de gigantescos molinos. En primer lugar está su precio “los costes de fabricación y de operación del equipo podrían suponer un ahorro de, aproximadamente, el 53%” explica Raúl Martín Yunta, co-CEO de la compañía a EXPANSIÓN. Esto es posible porque, evidentemente, “se eliminan algunas partes como la pala, el buje, la góndola, etc.”.

Por ese mismo motivo, estos dispositivos reducen la huella de carbono un 40% respecto a los convencionales ya que “se usan menos materiales para su fabricación y no necesitan aceite para su operación y mantenimiento”.

Además, está el bajo coste de la energía generada “las estimaciones indican que se obtendrá un LCoE (Levelised Cost of Energy) de sólo 3 cents/kWh“, añade Martín.

La principal inconveniente al que los dispositivos de Vortex Bladeless tienen que hacer frente es que producen un 30% menos de energía que un aerogenerador dotado con palas en unas condiciones similares de viento. Sin embargo, juegan con la ventaja de que algunos equipos han logrado arrancar y empezar a proporcionar suministro a velocidades inferiores a 2 metros por segundo, algo difícil para los molinos tradicionales.

Fuente: Expansión



 

 
	
 

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