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La economía del conocimiento como impulsora del PIB

Lunes 19, diciembre 2016

Las comunidades autónomas más intensivas en el uso del conocimiento -tecnología, capital humano de alta cualificación e I+D+i- son las que obtienen resultados por encima de la media española, tanto en PIB por habitante, como en productividad en el trabajo. Así lo demuestra el estudio de la Fundación BBVA y el Ivie La competitividad de las regiones ante la economía del conocimiento, dirigido por el por el investigador del Ivie y catedrático de la Universitat de Valencia Ernest Reig.

El informe analiza la economía del conocimiento en torno a tres componentes principales: el capital físico de base tecnológica (maquinaria y, especialmente, Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC); el capital humano de alta cualificación; y el desarrollo de las actividades de I+D+i. También tiene en cuenta otros factores del entorno que pueden repercutir en el desarrollo de la economía del conocimiento como: el papel del sector público, la concentración de la población, el tamaño del tejido empresarial o la internacionalización de las empresas.

Tras el análisis de todos esos factores, los investigadores construyen un sistema de indicadores, basado en 27 variables, que clasifica a las comunidades autónomas en tres posiciones: alta, media y baja. País Vasco, Madrid y Navarra, las autonomías que obtienen mejores resultados, son también las que registran mejores cifras en renta por habitante y en productividad. Sin embargo, las comunidades en las que la economía del conocimiento ha penetrado más débilmente —Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura— presentan las cifras más bajas de productividad y renta per cápita

En los últimos 25 años, el uso del conocimiento se ha intensificado en todas las regiones españolas, aunque de manera muy desigual, lo que explica las diferencias territoriales existentes. Los avances educativos se han dado en todas las regiones, pero la progresión ha sido más notable en el País Vasco y en Madrid, donde el peso de los ocupados con estudios superiores superaba el 50%, en 2015. En esa fecha las comunidades insulares apenas pasaban del 30% y las del centro y el sur de la península no llegaban al 35%.

En el caso de las TIC, aunque también se ha producido un salto en todas las comunidades, Madrid destaca por encima del resto, tanto en inversión y dotación de activos tecnológicos, como en el peso que representan los sectores más intensivos en TIC en el VAB regional. En el caso de Madrid, este porcentaje supera el 40%, mientras que ninguna de las otras autonomías alcanza el 30%.

Por último, el informe desarrolla un estudio que va más allá del gasto en I+D+i. Para ello, se basa en el indicador sintético de innovación (ISI) que elabora la Comisión Europea para los países miembros de la UE y que considera  tanto los recursos humanos, tecnológicos y financieros que hacen posible la innovación, como las actividades emprendedoras, los resultados innovadores y sus efectos económicos. En la aplicación del ISI que se ha llevado a cabo para las regiones españolas, el resultado es que las cuatro más avanzadas son Madrid, Cataluña, País Vasco y Navarra, mientras que en los niveles más bajos se sitúan Extremadura, Illes Balears y Canarias.

Acceso a la monografía completa

 

 



 

 
	
 

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