Cerca de 1.100 escolares ya han participado en el Programa Educativo de Tecnología, Innovación y Trabajo (PETIT), que busca impulsar las habilidades innovadoras y emprendedoras desde edades tempranas

Un cesto para sacar ropa de la lavadora dirigido a personas con discapacidad motora, una fregona que no necesita cubo o un paraguas con capa extensible son algunos de los proyectos desarrollados por los alumnos del Programa PETIT. Estos trabajos se presentan anualmente en la feria InnovaPetit cuya edición de este año se celebra hoy en Gijón.

Es un proyecto del equipo educativo de la Ciudad Tecnológica Valle del Nalón (Valnalón) en colaboración con la Fundación Cotec y su objetivo son alumnos de la ESO. Se trata de infundir el espíritu innovador y emprendedor en los jóvenes, que “aprendan a aprender”, a valorar los conocimientos que reciben y a utilizarlos para desenvolverse en los asuntos diarios en el entorno social y a asumir los riesgos de la innovación. Desde la puesta en marcha del primer proyecto piloto del programa PETIT, en el curso 2007/2008, ya han participado en el programa cerca de 1.100 alumnos de 32 centros escolares de Asturias y Madrid.

El programa se desarrolla sobre la base de la asignatura de Tecnología de la ESO, enfocada al conocimiento aplicado, y se sustenta en la metodología del Aprendizaje Basado en Proyectos (PBL, iniciales en inglés), por lo que facilita al alumnado una conexión real con el mundo exterior y le ayuda a desarrollarse individualmente en un equipo de trabajo.

Gijón acoge hoy la feria InnovaPetit en la que se presentan los proyectos desarrollados por los alumnos

Con idéntico currículo al actual y una ligera modificación en su enfoque, la asignatura es transformada en un importante instrumento para activar el espíritu innovador y emprendedor de los estudiantes. El cambio, con un coste muy reducido, consiste en proponer a los alumnos que hagan creaciones más o menos originales dirigidas a resolver problemas o cubrir necesidades detectadas por los propios alumnos en su entorno, lo que incluso induce a una preocupación en los jóvenes por la propiedad de lo desarrollado, contribuyendo a incrementar el interés de los estudiantes por sus proyectos y por la asignatura.

Otro cambio de enfoque que aporta PETIT consiste en lograr que los estudiantes sean conscientes del valor de lo que han creado, que se sustenta en los beneficios en que se va traducir para los potenciales usuarios o clientes del resultado de su proyecto. Este proceso favorece el diseño de un plan de negocio para llegar a los clientes potenciales, o simulación del mismo, siendo este un paso imprescindible en cualquier proyecto de innovación real.

Fuente: COTEC