El mundo de hoy se enfrenta a importantes retos económicos, ambientales y sociales. Si bien ningún instrumento de política tiene todas las respuestas, la innovación es el ingrediente clave de todo esfuerzo para mejorar la calidad de vida de las personas. La recuperación de la crisis financiera y económica mundial sigue siendo frágil. Medida que los países tratan de mejorar el rendimiento de la productividad y asegurar un crecimiento sostenido, que tendrán que aumentar su capacidad de innovar. La innovación es también esencial para abordar algunos de los problemas más acuciantes de la sociedad, como el cambio climático, la salud y la pobreza.

La OCDE monitoriza y delimita el nivel de referencia de la tecnología de los países y las políticas de innovación, y evalúa su impacto sobre el desempeño económico. El trabajo continúo de la OCDE sirve de referencia para identificar las buenas prácticas políticas en áreas tales como el apoyo a la I + D, el trabajo de las asociaciones públicas / privadas para la innovación y la gestión global de los sistemas nacionales de innovación.

El trabajo base de la OCDE sobre innovación se resume en su publicación “Measuring Innovation: a new perspective”, si bien desarrolla otras líneas de investigación en relación a esta temática: estrategias de innovación para la educación, innovación y comercio, innovación regional, innovación y desarrollo sostenible. Uno de los trabajos más recientes abarca la innovación en el sector servicios (INNOSERV).

Los materiales completos de este trabajo puede encontrarlos en el siguente enlace.