El Observatorio ABACO cuantifica el peso de los factores intensivos en conocimiento en el PIB agregado y por sectores

¿Es la economía española intensiva en conocimiento? ¿Cuál es su posición respecto al resto de economías avanzadas y su trayectoria temporal? ¿Qué importancia tienen los factores productivos basados en el conocimiento en el crecimiento de la economía y en el avance de sus niveles de productividad?

Estas son algunas de las cuestiones a las que responde el informe El PIB basado en el conocimiento: importancia y contribución al crecimiento (aquí el pdf), realizado en el marco de ABACO. Este estudio mide el peso del conocimiento en el PIB a partir de un enfoque centrado en el uso productivo del conocimiento y no solo en su generación. Calcula el valor de mercado de las retribuciones realizadas a los factores productivos basados en el conocimiento: el capital humano y la maquinaria y equipos basados en la tecnología. El peso del conocimiento en el PIB, calculado desde esta perspectiva, se estima para numerosos sectores y un buen número de países desarrollados.

El principal resultado obtenido es la confirmación de que el conocimiento es una característica cada vez más común a todas las economías —representa entre 2/3 y 3/4 del PIB de las más avanzadas— y ha sido el gran protagonista del crecimiento del PIB en la práctica totalidad de las mismas.

No obstante, persiste una elevada heterogeneidad entre países y sectores de actividad. Como muestra este gráfico, Corea del Sur lidera la intensidad en el uso del conocimiento con más del 80% de su PIB basado en el conocimiento, seguida de Reino Unido, Países Bajos y Estados Unidos, mientras que en el otro extremo de los 18 países estudiados se sitúan Australia, España y Portugal, con un peso del conocimiento inferior al 60% de su valor añadido. Las diferencias en la intensidad con que cada país usa los factores del conocimiento se explican más por los distintos pesos del conocimiento en cada sector que por la estructura sectorial de cada país. En ese sentido, puede decirse que la especialización de las empresas de un país en determinadas actividades de cada sector es crucial para su aprovechamiento del conocimiento, la generación de renta y la atracción y retención del talento.

Las actividades basadas en el conocimiento suponen ya en España más del 55% del PIB

¿Y España? Los activos basados en el conocimiento han ido ganando peso en el PIB español —se han triplicado en las últimas tres décadas como se muestra aquí—, y en la actualidad suponen el 55% (ver este gráfico). Los datos muestran que, aunque la expansión del sector de la construcción impulsó durante la última etapa expansiva el crecimiento de otros activos tradicionales, no detuvo el avance del conocimiento en los procesos productivos de la mayoría de sectores, tanto industriales como de servicios.
Con todo, y pese a sustanciales avances, aún queda mucho camino por recorrer si nos comparamos con otros países. Así, la productividad media agregada se resiente de la insuficiente utilización de los activos basados en el conocimiento y de su menor aprovechamiento, y ello se debe a la especialización de muchas empresas en actividades menos sofisticadas y escasamente generadoras de valor añadido.

Para que avance el uso del conocimiento en la economía española es clave, más que un cambio de la estructura sectorial, que tengan lugar transformaciones en la composición de cada uno de los sectores. Para ello se requieren esfuerzos combinados del sistema educativo y del tejido productivo, así como de las políticas públicas, señala el citado Informe ABACO.

Fuente: Cuaderno de la presentación de ABACO. Incluye algunos de los principales resultados obtenidos (pdf, Flash).